Un viernes por la mañana, como cualquier otro, me encontraba en mi oficina revisando correos, editando fotografías en si… trabajando duro para poder disfrutar del fin de semana, claro cubriendo bodas. En eso, me llegó la llamada de un amigo refiriendome a un caballero que estaba en busca de un fotógrafo para poder documentar su pedida de mano.
Y como diría mi mamá, ni lento ni perezoso me tome el tiempo para llamarle y saber que era exactamente lo que deseaba realizar. Al contestarme Juan Carlos, me contó que tenía todo ya planeado y que esa misma noche le iba a dar el anillo de compromiso a su novia, estuvimos hablando por un buen tiempo y yo tratando de calmarlo ya que estaba muy ansioso, nervioso y emocionado por lo que estaba por realizar.
Al llegar el final de la tarde salí de la oficina junto a mi esposa quien me acompañó para poder así despistar a Evelin y que no fuera tan notorio que yo estuviera con la cámara, ya que ese era un punto muy importante en esta ocasión, yo tenía que pasar desapercibido. Llegamos a la plaza Obelisco, ubicada en la zona 10 de la ciudad de Guatemala, donde todos los años para esta temporada ponen un árbol navideño enorme, patrocinado por una empresa muy conocida, y ese lugar iba a ser el que presenciara un acto de amor que Juan Carlos tenia planeado.
Al estar ahí, le dije a mi esposa: «mira, yo te voy a hacer como que te estoy tomando fotos a vos, pero en realidad se las estaré realizando a ellos» y pues, así quedamos. Juan Carlos por su parte llegó y también le pidió a un amigo que llegará para que él fuera como «la pantalla». Al llegar Juan Carlos con Evelyn, estuvieron dando vueltas frente a el árbol navideño, platicando tomandose algunas selfies y en eso apareció su amigo a quien le pidieron favor de que les tomara una fotografías con el celular… Al estar su amigo preparado para tomar las fotografías Juan Carlos le dio una especie como de libro a Evelin.
Este libro contenía fotografías de ellos, momentos que habían vivido durante su noviazgo y al final estaba el anillo de compromiso, al llegar a esa página, Evelin vio a Juan Carlos y en eso él se arrodillo y le pidió matrimonio. Al ser un lugar bastante concurrido mucha gente solo los vio mientras al fondo se escuchaban aplausos y silbidos de emoción por esta hermosa pareja. De mi parte continuaba realizando las fotografías correspondientes para no perder ni un solo momento.
Ese día que era viernes, fin de mes, tráfico espantoso en la ciudad… fue muy distinto para ellos, fue lleno de amor, emoción y muchos nervios. De verdad para mi fue bastante emocionante poder ser participe de este inicio de una nueva etapa de sus vidas. Sin lugar a dudas, estos momentos valen muchísimo y se atesoran por siempre. Historias que serán contadas a amigos y familiares con el pasar de los años.
Gracias Juan Carlos y Evelin por permitirme poder ser parte de esta hermosa historia. Desde ya les deseo lo mejor y es y será un gusto poder ser su fotógrafo.
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